Pueblo minero. Peñarroya y Pueblonuevo no se unieron hasta el año 1927. Les cuento sus orígenes. Peñarroya arranca como comunidad en 1271, durante el reinado de Alfonso X. Su semilla se ubica en un cortijo convertido en aldea medieval que se llamó Peña Roja (de ahí viene su nombre actual). Después perteneció al municipio de Belmez, hasta que en 1894 se independizó e inició su viaje en solitario. Pueblonuevo tiene su vida ligada al carbón de sus explotaciones mineras, gracias a José Simón de Lillo, que era el abastecedor de carne del presidio y las minas de Almadén. De camino a Belmez para comprar corderos descubrió en el arroyo de la Hontanilla unas tierras negras que, en realidad, eran un importante yacimiento de carbón. Los franceses invirtieron mucho dinero y se instalaron en Pueblonuevo ‘El Terrible’, nombre que le pusieron por un perro que allí habitaba. Era peligroso y fiero. En 1927, Peñarroya y Pueblonuevo se fusionaron bajo la alcaldía de Eladio León. Y hasta hoy.

Toril es de aquí. Peñarroya-Pueblonuevo, un pueblo que en los años 40 llegó a tener 30.000 habitantes, cuenta ahora con 11.182 censados. Entre los que aquí llegaron al mundo hace casi medio siglo, exactamente en 1973, destaca José Alberto Toril. Jugó en la cantera de la vieja Ciudad Deportiva del Madrid y Benito Floro le hizo debutar con el primer equipo en 1992. En enero de 2011 pasó a entrenar al Castilla, al que ascendió a Segunda año y medio después tras ganar el playoff al Cádiz. Los madridistas del pueblo presumen de Toril, un futbolista que tenía una gran calidad técnica pero al que las lesiones graves le alejaron del star system.

La peña. Se fundó en 1998, con el calor de la Séptima y el gol icónico de Mijatovic. Todo fue un empeño de la familia Prados, vikingos hasta la médula. El chaval José Luis, tenía sólo 20 años, fue el presidente más joven de una peña en España. Dos décadas después, ahí sigue con un desempeño ejemplar. El nombre de la peña, ideal: El Mejor Club del Mundo. La Gala del XX Aniversario fue un exitazo. Se homenajeó a Juan José Heras 'Juancho', que se fue para siempre hace unos meses y que siempre les alegraba los viajes en el 'Yumbo', como apodaban a ese autobús que va siempre bien surtido de tortilla de patatas, jamón y cerveza cada vez que viajan al Bernabéu. Con Juan José Sandokán de veterano invitado, el grupo Trémolo puso la nota musical con una interpretación gloriosa del himno de la Décima. ¡Volveremos!