Ganaremos con el espíritu de Baptista y sus feroces tigres

Nunca olvidaré ese Clásico. Fue en la víspera de las Navidades de 2007. El último Clásico registrado sin Messi ni Cristiano. Schuster se lió la manta a la cabeza y sacó a cinco jugadores de ataque por delante del robusto Diarra: Sneijder, Baptista, Robinho, Raúl y Van Nistelrooy. Con un par. Y un par es lo que tuvo Julio (Baptista) para aceptar el reto que le propuso nuestro compañero Óscar Ribot a dos días del partidazo del Camp Nou. Convenció al brasileño para que se metiera en una jaula con tigres. Sí, TIGRES. Les aseguro que no eran de porcelana ni de papel. Eran los tigres del circo ambulante de Las Ventas. Allá que fue el bueno de Julio, fiel a su apodo de La Bestia. Y lanzó un órdago: "Ganaremos 0-2 y daremos un golpe a la Liga". Casi lo clava. El Madrid ganó 0-1, con golazo... de Baptista.

Querido Santi, es normal que os agarréis al poderoso influjo del brazo en cabestrillo de Messi. Pensáis que él, como El Cid después de muerto, puede ganar batallas con su sola presencia en el estadio. Pero olvidas que el Madrid no es el Inter. Si el Madrid muere, lo hace de pie. Sin complejos.

De hecho, no recuerdo la última vez que nos ganasteis en el Camp Nou. Los últimos Clásicos en vuestro feudo son gratificantes. Recuerdo un golazo de Cristiano, dejando sentado a Alves y fusilando a Bravo. Y un gol de Ramos 'a lo Lisboa', que puso las tablas en el último minuto dejando tu atormentado estómago al borde de la gastroenteritis. Te conozco muy bien y sé que hoy vas mosca al partido. El Madrid, con la vitola de víctima propiciatoria dibujada en su espalda, será una fiera peligrosa. No te olvides de Baptista y sus tigres...