El brazo de Messi añade emoción y resta espectáculo
Reconoce, querido Tomás, que la lesión de Messi en el brazo ha abierto un rayo de esperanza dentro de los nubarrones que encapotan tu cielo antaño prístino. Haber perdido a Messi, que estaba como un trueno, es una faena importante para el lado barcelonista. Sin el argentino el partido se iguala (con él en el campo corría el serio peligro de ser más un partido de cara al mercado global que tanto preocupa a Tebas del líder contra el séptimo clasificado, que el gran espectáculo habitual) y gana emoción a costa de perder en espectáculo.
Así que sin Messi el duelo recobra misterio por mucho que me pese. Para las aficiones militantes de ambos equipos da lo mismo quién esté en el campo. Juegue Messi o Albadalejo, un Barça-Madrid es más que un partido. Espero ver a Messi como un culé más apoyando al equipo como hizo el día del Inter de Milán. Si lo enfocan las cámaras, no te asustes, que no jugará.
Me gustó Valverde en la rueda de prensa reconociendo la peligrosidad del Madrid, que cuando viene herido como va a pasar esta tarde es un equipo que multiplica su potencial.
Ante esta circunstancia no hay otra que apelar al juego colectivo y a la imposición de un estilo que es el bote salvavidas al que apelar en los momentos duros. El Barça ha pasado por una etapa de dudas al inicio de temporada de la que parece felizmente recuperado. El estilo, para los que dudan, está para eso. El resto, depende de la inspiración individual de gente como Suárez, al que estos partidos le ponen, o Coutinho, que debe de explotar ya en un partido grande y desequilibrar lo que ha igualado el brazo de Leo para tu paz interior.