La baja de Messi marca el planteamiento del Barcelona, pero a favor de los culés juega el hecho de que parece que dos meses después del inicio de la temporada Valverde ha encontrado gracias a la consolidación de Arthur un sistema de juego reconocible. La sensación es que los azulgrana van a más y que el Madrid sigue buscando ese punto que pareció encontrar contra el Roma, pero que no ha tenido continuidad. El conjunto catalán tiene que volver a hacer lo que ha hecho hace poco. El Madrid para ganar tiene que volver a hacer algo que no ha hecho últimamente. La rutina juega a favor del local, donde la lesión de Messi, que se mire como se mire es una faena, se ha asimilado de la única forma posible: sin lamentarse por algo que no tiene remedio y apelando al esfuerzo colectivo dando por hecho que nadie puede sustituirle.

En este sentido, Rafinha aporta más al método que un Dembélé que imagino que sólo tendrá minutos como solución de emergencia si las cosas se tuercen. Ante el Inter el colectivo dio un paso al frente muy coral, pero se echó en falta más protagonismo de Coutinho, otro que tiene que volver a hacer algo que no hace mucho sí hacía.