Un Madrid cada día peor
Ni la inferioridad flagrante del Viktoria Plzen permitió tomarse un respiro a este Madrid, sacudido por las mismas dolencias de siempre. Ahora mismo no controla nada de lo que pasa en el terreno de juego y ofrece privilegios variados al rival. Es un conjunto al que no se le ve un trabajo colectivo, con un mediocampo roto en demasiados momentos. Lopetegui quiso volver al guión que tantos honores dio a Zidane. Isco por delante de Casemiro, Modric y Kroos y con los laterales como motores ofensivos en las bandas, pero en nada se pareció. En fase de posesión hay poco ajetreo y sin balón se abre continuamente. El Viktoria dispuso de cinco ocasiones claras y diez remates.
Las coberturas del croata y el alemán son muy limitadas y sólo Casemiro, lejos de su nivel, mantiene cierto sentido táctico y pulso recuperador (ocho robos). Tan mal lo vio Lopetegui que tuvo que tirar de Valverde para recomponer la medular. El uruguayo, hasta el gol del Plzen, cumplió. La titularidad de Lucas en la derecha se enmarcó dentro del pobre nivel del campeón checo. Su contribución en campo contrario fue importante, aunque su desconocimiento de esa posición posibilitó que el Viktoria se pudiera proyectar por su lado (41% de ataques). O no llegaba a cerrar los envíos desde la otra banda o centraba demasiado su posición. Estaba pero no estaba. Como este Madrid que ya no disipa las dudas ni contra el Viktoria Plzen.
Carril vacío
Basculación exagerada del Madrid, empezando por Lucas y Modric. Bale no baja y el Viktoria tiene a dos jugadores solos en la izquierda. Cambio de orientación de Cermak, Petrzela recibe y deja solo a Limbersky contra Keylor.
