Las ligas en las que flojean Madrid y Barça son en las que el Atlético no suele fallar. Sucedió en la que ganó en 2014. Igual que pasó en 1996, cuando el histórico Doblete. Ocurre muy de cuando en cuando porque Barça y Madrid no suelen fallar los dos a la vez y menos en la era de Messi y Cristiano. Este campeonato tiene esa pinta. Pero el Atlético no acaba de dar el puñetazo en la mesa. Es como si no se lo acabara de creer. El empate ante el Villarreal supo a derrota porque era una jornada pintiparada para sacar distancia al Madrid después de su tropiezo ante el Levante. Porque el Madrid vive una crisis gorda que tiene a Lopetegui en el alambre, pero el Atlético solo le saca dos puntos, dato que demuestra que la temporada de los del Cholo tampoco es para tirar cohetes en el torneo de la regularidad.

Simeone sabe que hay mucha exigencia para su Atlético. Lo dijo el pasado 24 de septiembre: "Me gusta que nos exijan como a nosotros mismos. No somos el Real Madrid, Barça, Getafe o Valencia. Tenemos nuestras responsabilidades y objetivos y tenemos claro cuáles son". El Cholo nunca hace públicos sus objetivos. Con el mantra de "partido a partido" ha ido cumpliendo el objetivo supremo de clasificar al equipo para la Liga de Campeones. Pero ya al Atlético se le exige más que cumplir ese objetivo. Ahora mismo, el Atlético es quinto y tiene por encima a Sevilla, Espanyol y Alavés. Y hay que exigirle estar por encima de estos equipos. El salto de calidad que ha dado el Atlético desde la llegada de Simeone es abismal. Y ese crecimiento provoca que aumente la exigencia. Simeone lo sabe y lo asume. Y quiere volver a campeonar.