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El Espanyol baila en el límite vertical

Sueño. El ‘Darderismo’ no solo se ha apoderado del españolismo sino que está haciendo soñar con fuerza a su afición. Tras el triunfo ante el Huesca, el Espanyol es segundo. Sí, no lo han leído mal. Segundo y a un solo punto del Barcelona. Una gesta equiparable a las que ya se lograron las temporadas 2004-05, con Lotina, en la que se fue líder, 95-96, con Camacho, en la que se fue colíder junto a Barcelona y Atlético, y la 72-73 (los triunfos valían dos puntos), con Santamaría, en la que los blanquiazules fueron segundos a dos puntos del Barça.

Vértigo. La obra de Rubi merecía acabar cuanto antes con el mal fario a domicilio y lo hizo en un día en el que se podía acusar al Espanyol de tener vértigo. Este equipo está acabando con viejos fantasmas, va muy en serio y selló el primer triunfo fuera de la temporada. Son fieles sin reblar a una idea de juego que le está colocando en lo más alto. Dicen que se juega como se entrena y, sin duda, la acción del 0-1 estaba estudiada. El movimiento y pase de Sergio García, el temple de Dídac Vilà y la posición de finalización de Borja Iglesias no fueron casualidad. Y todo para que el Espanyol esté ahora disfrutando en el límite vertical.

Ambiente. Bastó con pasear por la Plaza del Mercado de Huesca para comprobar que el fútbol en Primera ha sido una bendición para la ciudad. Y que el Espanyol es un club que cae en gracia. Además, los numerosos aficionados pericos que acudieron al Alcoraz devolvieron ese cariño con el cántico “el Huesca es de Primera”. También hubo notas discordantes como los graves insultos a Borja Iglesias tras su gol. Pero fue una minoría.

Regreso. No se cansó de dar abrazos, regalar guiños, saludar a amigos y firmar autógrafos Rubi en su vuelta al Alcoraz. Le faltó un homenaje cuando su nombre fue gritado por megafonía, pero el speaker pecó de rapidez. También volvió, a su manera por su pasado zaragocista, Borja Iglesias. El Panda hizo un doblete, fue un killer y va camino de convertirse en un faro de ilusión para el Espanyol. ¿Europa? Ay si se queda corto.