España sufrió… y no estaba Lineker
Y no estaba Lineker... El 2-3 me llevó de vuelta a 1987, a aquellos cuatro goles que nos endosó Inglaterra (2-4) y que viví en la grada del Bernabéu. Era otra Inglaterra, cierto, sin el aroma a gran promesa que ahora maneja Gareth Southgate. Un equipo con Shilton de portero, Waddle de zurda pata negra, Lineker en plan killer (marcó los cuatro goles) y un central made in England, Butcher, quien ayer ejercía de comentarista en la narración que del partido hizo la BBC. "Están lloviendo goles", dijo. Le compro la metáfora. Porque lo de ayer fue un repaso en toda regla por parte de una Inglaterra que alineó su once más joven en lo que va de siglo: 23 años de media.
La marea del buen fútbol inglés subió en el Mundial y tras un par de partidos irregulares, cuando empezábamos a echarle en cara a Southgate incluso que su chaleco no tenga mangas, los tres leones nos sueltan ese zarpazo. Baño de realidad. No corrimos en defensa y se nos nubló la vista arriba. Nadie dijo que recobrar el rumbo fuera a ser fácil.