Bajo techo se ganan Champions

España jugará hoy en Cardiff bajo techo. Será la segunda vez en la historia. La primera fue unos meses antes del Mundial, en un amistoso frente a Rusia (3-3) en San Petersburgo. Los jugadores españoles no hicieron más comentarios tras aquel partido. La techumbre evitó a futbolistas y público el intenso frío de aquella noche, tras varias horas de persistente y copiosa nevada. En Cardiff, ayer, amaneció un día precioso, muy soleado. Algo poco habitual por aquí. Pero para hoy hay previsión de lluvia. España ya se entrenó ayer con el techo cubierto, y está previsto que hoy dispute el partido también con el estadio cerrado. Como hizo el Real Madrid cuando disputó la final de la Champions frente a la Juventus, en este mismo escenario. Seguro que la UEFA no repite el error de cerrar la fiesta con fuegos artificiales en un estadio cerrado, porque aún me pican los ojos de la humareda que se formó en el estadio galés.

Para los futbolistas mirar arriba y no ver el cielo debe ser extraño. El fútbol se juega, de siempre, en la calle, al raso, bajo las estrellas. Precisamente se dice del fútbol que es un deporte sin techo, y que eso le diferencia en las formas de otros como el baloncesto o el balonmano, que se juegan en pabellones. Pues bien, ya no es así. Ahora también se juega al fútbol bajo techo. Se hace raro, porque se oye mucho más el rugir del público, el jaleo en las gradas, y también las voces de los futbolistas, el golpeo del balón, las patadas, los golpes en las espinilleras. En lo que más se nota el techo es precisamente en esto, en los ruidos del estadio. Casi se pueden tocar.