Lucas, Mariano y la confusión del Madrid
Ni el abrigo de la Champions revitaliza a un Madrid absolutamente desorientado, inerme en ataque y quebrado en defensa. Al CSKA le bastó con la irresponsabilidad de Kroos y la pierna floja de Varane y un acto de resistencia, postura con la que está poco familiarizado en su campeonato doméstico, para estirar la crisis blanca. El Madrid ha caído en la monotonía futbolística con posesiones abrumadoras a las que les falta sustancia. En Luzhniki se llenó de balón (776 pases), arremetió por los flancos (75% de jugadas de ataque) y siguió peleado con el gol. No ha marcado en los tres últimos partidos pese a disparar en 61 ocasiones. Asensio no acaba de romper nunca en jugador constante y apenas enlaza con el siempre dudoso Benzema (sólo se intercambiaron tres pases entre ambos).
Sólo una referencia en el área
Lucas recibe abierto en el costado y se dispone a centrar. Sólo Benzema carga en zona de finalización. Ni Ceballos ni Asensio aparecen.