Luka es el que pone la mesa
El veredicto esperado. Justicia total. Modric, nuestro entrañable Luka, elegido con rotundidad el The Best del año 2018. Tiene mucho mérito. El pequeño genio croata se ha ganado el derecho a ser el que pone la mesa en el mundo del fútbol. Me hace gracia cuando Griezmann se apunta a comer en la mesa de Messi y Cristiano. ¿Y Modric? El Master Chef del fútbol ha sido Luka en este curso plagado de luces y momentos para el recuerdo. Su exhibición ante Argentina en el Mundial de Rusia, sus prórrogas heroicas ante los rusos y los ingleses, su dignidad en la derrota en la final de Moscú ante Francia... Y en el Madrid de Zidane volvió a ser el timonel del tricampeón de Europa. Los seleccionadores, capitanes, aficionados y periodistas (eso se llama pluralidad de voto) son los que han decidido que en 2018 no ha habido nadie como el ‘10’ del Real Madrid. Olé por ellos.
Hay un cambio de tendencia que toca aplaudir. Con 33 años se puede adquirir el reconocimiento mundial sin necesidad de meter 40 ó 50 goles. Modric ha sido discreto en la hora de la cosecha, como se vio cuando ganó el Premio UEFA en Montecarlo. Después de ganar el Balón de Oro del Mundial tenía la ilusión de conseguir los premios individuales, pero con un objetivo solidario. Su victoria personal es el triunfo colectivo de la Croacia que él lideró hasta haber enamorado en Rusia a millones de aficionados al fútbol del mundo entero. Y esa colectivización del éxito la ha hecho extensiva al Madrid. En el vestuario, Modric es respetado como el que más. No levanta la voz, pero cuando habla, todos escuchan. Luka ha enamorado al Bernabéu con su sencillez y su compañerismo. Pero que nadie lo olvide, lo más importante es su talento. Que lo tiene a raudales.