La esperada regularidad de Asensio

Cuatro partidos seguidos de titular y cuatro buenas actuaciones. Los que pregonaban la irregularidad de Asensio se han quedado sin argumentos. Que si desaparecía, que si tenía lagunas, que si le faltaba madurar… Pamplinas. ¡Lo que le faltaba era la continuidad que el entrenador le negaba! Zidane no administró bien a Marco, le cortó las alas cada vez que demostraba vuelo. El inicio liguero del mallorquín ha supuesto un baño de confianza, la que le ha dado Lopetegui y la que ha conseguido al ver cómo crece su importancia en el juego del equipo. En todos los encuentros ha mostrado cosas importantes en el ataque: presencia en el área, llegada al remate, asistencias, disparos, regates, poderío físico…

Cada una de sus actuaciones nos ha dejado en la retina algo de gran categoría. En San Mamés, su carrerón en el minuto 98 con la pelota pegada al pie izquierdo para asistir suavemente a Benzema levantó el asombro de todos, porque esa acción solo está al alcance de un fenómeno. Es cierto que le ha faltado hacer más goles, que solo reventaron con la Selección ante Croacia, y que tienen que aparecer más. Crecerá, porque sólo tiene 22 años, y aún le queda un amplio margen de mejora, el que le da jugar partidos y sentir lo que el equipo y los compañeros necesitan de él. Un pura sangre que ha estado demasiado tiempo en el establo.