Nuevo Espanyol, el Sergio de siempre
Viejos rockeros. El Levante no fue el Valencia, una mala noticia para el Espanyol en una temporada en la que los equipos más ordenados y menos ofensivos serán, como ejemplo el 2-1 de Vitoria, los que más se le pueden atragantar a los de Rubi. Pero ni así pudieron los de Paco López detener a un lanzado Espanyol, que encontró en la bota derecha de Sergio el gol que anhelaba en otro partido de excelencia defensiva y de verticalidad en ataque. Es curioso lo de los viejos rockeros del Espanyol, Diego López, Granero y Sergio García se encumbraron en otro encuentro coral, entretenido, de área a área, sin tapujos ni imposturas, rematado por el eterno Sergio García. Era su semana y no podía acabar de otra manera.
Oro puro. Granero recuperó un balón y se lo cedió a Sergio García, quien, en carrera, fintó hacia su derecha y remató con violencia a gol. Un golpeo preciso, una maniobra talentosa. Da igual cuando lean esta descripción. Pudo ser en 2004 con la camiseta del Levante, en 2008 con la de la Selección o pudo ser ayer. Sergio García para el tiempo cada vez que cuida con mimo el balón y que encara la portería. Donde a otros se le nubla la vista, a Sergio se le ilumanan las ideas. El delantero se ha beneficiado del estilo de Rubi y de su posición, donde forma un tridente con Dídac y Granero complementario. De esa pequeña sociedad nació lo mejor del Espanyol ante un resistente y ordenado Levante.
Como en casa. No hay nada mejor que los jugadores estén cómodos, bien ubicados en el campo y con las ideas interiorizadas. Un ejemplo es Granero, ayer figura relevante, como ante el Valencia. La posición le va como anillo al dedo: pisa el área, le da progresión al juego y tiene jugadores por delante para poder asistir con peligro. Y eso provoca que además el madrileño se implique en defensa, como en la recuperación del 1-0. El mismo Baptistao, diseccionador de defensas en ataque con sus conducciones, desactivó un contraataque de Morales igualando su carrera durante 60 metros. El mejor método defensivo es que los jugadores se impliquen en lo que hacen. La voluntad siempre va más rápido que cualquier sistema.
¡Engánchense! Pese al gran partido ante el Valencia y el buen horario ante el Levante, apenas 18.600 espectadores acudieron a Cornellà-El Prat. Una cifra que, esperemos, sea más una excepción que una costumbre, teniendo en cuenta las buenas vibraciones que está transmitiendo el equipo perico. El club organizó ayer una paella y Moisés Arteaga, uno de los iconos de la historia y que da nombre a una de las puertas, charló con los pericos. Que la grada recupere un mejor aspecto depende, más que nunca, de partidos como el de ayer, y de que la pelota entre. Y que siga entrando por mucho tiempo. ¡Engánchense a este Espanyol! Un equipo que ataca siempre, que va de cara, y que garantiza el mejor fútbol visto en Cornellà.