Hamilton mete la directa
Nadie dirá ya que Hamilton puede volver a ser campeón tan sólo porque lleva el mejor coche. El Mercedes sigue siendo un grandísimo monoplaza, sin duda, pero Ferrari exhibe este año una alternativa que debería haberse concretado en éxito con algo más de acierto. Queda Mundial, desde luego, pero creo que el británico ha puesto la directa hacia su quinto título y va a ser complicado que Vettel lo impida (que no imposible, insisto). Si en Monza fue el piloto alemán quien pecó de impaciente en la salida, en Singapur su equipo no ha acertado en la estrategia, también es cierto que condicionada por una posición en parrilla peor de la esperada. Y mientras que en Maranello no están en racha, la escudería de la estrella parece tenerlo todo de cara.
Cuando Hamilton se pone en modo intratable, ciertamente lo es. Empezó esta temporada titubeante, quizá sorprendido por la reacción de Ferrari, que está vez sí apuntaba a dar guerra de verdad. Sin embargo, ha sabido sobreponerse a una inercia adversa, a lo que se antojaba un cambio de papeles en la hegemonía de la Fórmula 1 que ponía en entredicho la autoridad de Mercedes. Ahora, 15 carreras después y con seis por disputarse, los 40 puntos de ventaja del líder frente a su perseguidor ponen en discusión esa teoría. Hamilton es mucho Hamilton y para doblegarle se hace necesario hilar bastante más fino. Por eso lamento no haber podido ver a Alonso competir con un coche de nivel, pienso que quizá (sólo quizá) él sí le habría apretado las clavijas.