El viejo espíritu de Atocha
Un día especial. Al seguidor txuriurdin se le dice “errealzale”. Los fieles y de cierta edad van a vivir hoy una jornada especial. Los tres kilómetros que separan los terrenos del Viejo Atocha, donde ahora se levantan viviendas y oficinas, y Anoeta van a quedar en nada. Un dejavu. Cuando suban por las bocanas y vean el césped a un paso de la primera fila, lo compararán inevitablemente con el escenario que les hizo campeones en los 80. El aficionado volverá a sentir que puede ganar puntos para el equipo. Han sido 25 años de pista de atletismo, incompatible con el calor de la grada. La otra duda es si el nuevo verde ha agarrado para recibir al Barcelona. En cualquier caso, por mal que esté no estará peor que en uno de aquellos días de invierno, con borrasca cantábrica y frío que pelaba, con aquellas áreas de barro hasta el tobillo, con Arconada saliendo con la rodilla por delante, Górriz controlando el área y con Satrus y Zamora cazando goles a porrillo. Afortunadamente el fútbol ha evolucionado, hoy se espera casi una alfombra, pero con la afición en el cogote. Día para los románticos.
Prueba de fuego en San Mamés. Ojo con las fechas FIFA, siempre se dan sorpresas. Hoy en la Catedral dos mundos opuestos, el Athletic acumula casi tres semanas sin partido oficial. El aplazamiento del partido de Vallecas le ha partido el ritmo por la mitad, sin embargo ha servido de pretemporada para ajustar el libreto de Berizzo, para que se plasme la ambiciosa idea del argentino, para hacer olvidar la deprimente temporada pasada. Lopetegui tiene un dilema, salir con toda la tralla después de dos partidos para la mayoría de los internacionales a las puertas del debut Champions o lanzarse con la primera rotación. Somos de conclusiones a vuela pluma, si opta por lo primero se dirá que el objetivo indiscutible es la Liga, por otro lado no parece el mejor día para el meritorio. En Bilbao es el partido del año, el Athletic Club le meterá un ritmo muy alto con Aduriz recuperado, lleva desde el 27 de agosto preparando este partido.
La Vuelta de siempre. Me encanta La Vuelta, me parece que una vez más se acertó en el recorrido, combinando etapas cortas y eléctricas, finales históricos como Lagos o espectaculares como el Balcón de Bizkaia. La traca final como dice Markinez en Carrusel será de órdago. Ayer Simon Yates demostró quién es el más fuerte, con un ataque a pie de puerto, de los que no se ven. Lo de Valverde es ya de época, por derecho en el olimpo de los más grandes de nuestra historia. La irrupción de Enric Mas, un chaval de 23 años que hoy puede pelear por la edición y nos da aire de futuro. Y una cosa más, el público de nuestra ronda ha dado un ejemplo enorme, ocupando las cunetas de manera masiva, animando al deportista sin atosigar. Cosa que no se dio en el Tour, referencia del ciclismo, pero no siempre. En término francés: chapeau para nuestra afición.