Bale, más galés que el puerro...

El legendario Dean Sounders, que fue asistente de la selección galesa con Toshack, tuvo la oportunidad de dirigir a un joven y tímido Gareth Bale. Ya por aquel entonces a Sounders le gustaba dar un paso atrás y disfrutar la calidad técnica, el compromiso y la velocidad de ejecución de la estrella galesa. Desde entonces su rol ha ido crecidendo, culminando en la Eurocopa de 2016. La vista lo dice todo, pero también algunas estadísticas. Desde ese verano, Gales gana más de la mitad de los partidos en los que el madridista interviene. En las 12 últimas ocasiones que él no estuvo, su selección sólo venció en una ocasión. Participa en el 85% de sus goles y, más allá de los números, está comprometido con la causa. Más galés que el puerro. Antes de que se rían, es el emblema de su nación.

Bale se ha convertido en líder de su país por calidad y por actitud, y se siente muy cómodo con la libertad de jugar donde cree que puede hacer más daño. Ha aprendido a combinar más desde que está en el Madrid, a ser más paciente, a no querer solucionarlo todo con velocidad y potencia. Pero hace lo que quiere. Como es el mejor jugador de la historia de Gales, es fácil convencer al resto. Y de ahí que cuando acude a la selección se le vea contento y relajado. En el Madrid no encontró ese estado de felicidad todavía, pero tiene la oportunidad de exponer su talento sin las ataduras que le atribulan.