El Balón de Oro es una obsesión para Antoine Griezmann

Hasta el parón navideño todo el Atlético estará volcado en conseguir el reconocimiento para su figura. Filipe seguirá en el Atlético, el PSG le ha dejado en fuera de juego.

Actualizado a: 28 de agosto de 2018 16:00 CEST

Antoine Griezmann, con la copa de Campeones del Mundo. — Mariscal EFE

Siguiendo la doctrina del partido a partido de Simeone, en el Atlético tienen claro su objetivo hasta el descanso navideño. Quieren por encima de todo volcarse para intentar que en enero Griezmann pueda conseguir el Balón de Oro que le define como el mejor jugador del año.

Le avalan el Mundial con Francia y los triunfos en la Europea League y la Supercopa de Europa. Además le avalan los resultados en cuanto a los goles que está consiguiendo y como ha sabido volver a ganar a la afición rojiblanca que estaba mosqueada cuando se habló de su posible salida al Barcelona. Sería uno de esos listones que se quieren superar por parte del Cholismo y una demostración que de la mano del argentino la plantilla se sigue cotizando al alza.

Nada es imposible y como esta campaña se piensa que será inolvidable luego se buscará el sueño de la Champions. Lo que también parece que está más que claro es que al final Filipe Luis va a seguir en el equipo como quería el entrenador. El PSG no ha vuelto a dar señales de vida y en las oficinas tampoco están dispuestos a que ahora muchos jugadores que siguen pretendiendo aumento en sus fichas les puedan vender todo tipo de pollinos. Además la nueva política va a ser la de ir temporada a temporada analizando el apartado de los contratos, ya que al final y en función de cómo evolucionen en el campo, siempre surgen todo tipo de rumores para las subidas correspondientes, como ahora sucede con Diego Costa.

Lo que buscan es armonía y sobre todo que nadie levante la voz más de lo preciso y mientras la apuesta por las Academias es algo que les está motivando ya que los resultados de la cantera está siendo mejor que buenos. También están contentos por el hecho de que el Rayo Majadahonda haya podido jugar en el Metropolitano y la intención es convertirse en una referencia para apoyar a todas las entidades modestas. Otro dato a valorar es el hecho de que también en las redes sociales haya un movimiento por parte de los aficionados pidiendo que se fiche para el año que viene al hijo de Simeone. Se está comprobando que su año en la Fiorentina le está colocando entre los valores más importantes que hay en el mercado de goleadores.

Lo que sigue siendo inapelable es la valoración que se tiene en el fútbol de Oblak. Incluso el propio presidente de la UEFA ha sido claro y rotundo a la hora de resaltar que es el mejor portero del Mundo. Un valor de precio incalculable y que se tiene que convertir en la prioridad de Gil Marín para asegurar su continuidad y sobre todo subir su libertad como mínimo hasta los 200 millones de euros. El jugador está muy ilusionado con la Champions del Metropolitano, pero su representante como es lógico conoce su cotización y por eso quiere exprimirlo a tope. Lo que está claro que la plantilla de Simeone es de las más importantes del mundo y por lo tanto para el sorteo del jueves en la Champions se han convertido en uno de esos ogros a los que nadie quiere ver ni en pintura. También hay mucha expectación en el vestuario que desea superar su deuda pendiente de la pasada campaña al caer eliminados por el Qarabag. Saben que esto no se puede repetir y la mentalización es total y absoluta.

Ahora ya tienen puesta la mente en el desplazamiento a Vigo. Los tres puntos sería decisivos para las dos semanas posteriores de descanso y luego un calendario que puede ser fundamental: Eibar, Getafe y Huesca, antes de que acabe septiembre con la visita al Bernabéu. Saben que si ganan todos los puntos en juegos estarán ya en la batalla por la Liga y esto es algo que entienden que debe ser una norma de conducta durante esta campaña.

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