José Antonio López Gil (11-7-1976, San Pedro de Alcántara), conocido como el Malagueta, se ha buscado siempre la vida sin reticencias. Ha sido albañil, camarero, segurata de discotecas, monitor de spinning… Y ciclista tardío. Sus piernas se fueron curtiendo en uno de sus múltiples empleos, cuando salía a pescar pulpos en un hidropedal, con el que cubría entre 20 y 30 kilómetros diarios, para ganarse unas 8.000 o 9.000 pesetas (poco más de 50 euros).
A la bici se dedicó en torno a los 17 años, aunque no empezó a tomárselo en serio hasta los 20, cuando integró el Ávila Rojas, después de hacer la mili en Rota. Como buen buscavidas, López Gil se acercó en 2001 a la concentración del Banesto en Estepona. Rodaba con ellos, les guiaba en la carretera, les enseñaba rutas. Eusebio Unzué vio algo en este rodador, al que fichó en 2003, ya con 26 años.
López Gil estuvo seis temporadas como profesional: dos en el Banesto, una en el Kaiku y tres en el Andalucía. Con el maillot de su tierra corrió tres veces la Vuelta a España, donde fueron célebres sus escapadas. El Malagueta anotaba en un cuaderno sus kilómetros de fuga: en 2007 sumó 1.350. Ese año también se convirtió en el primer malagueño que corría la Vuelta, 27 años después de Pedro Torres, que acabó segundo en 1980.
Su única victoria la conquistó en casa. Y, por supuesto, escapado. Fue en la primera etapa de la Vuelta a Andalucía, entre Benahavís y Alora, en su provincia natal de Málaga.