Mbappé, el jugador sin límite
En un Saint Denis desierto jugaron en 2016 el Lens y el Monaco la final de la Copa francesa juvenil. Con el diez del Mónaco un Kylian Mbappé que ya había mostrado su potencial en el segundo equipo y asomado en el primero. Debut en 2015 para superar el récord de precocidad de Thierry Henry o un zurdazo ante el Troyes meses después en su primer gol en la élite. En aquella final juvenil Mbappé marcó dos goles, el segundo le definió: potencia para arrancar y driblar y capacidad para definir en el área. Nadie del Lens le pudo parar como nadie pudo hacerlo en el Francia-Argentina del Mundial, ante los focos de todo el mundo.
El mismo Mbappé que en aquella final juvenil, y ahí está gran parte del mérito. No hay un delantero que mezcle tanto y tan bien la potencia y la habilidad. Despega como Ronaldo Nazario y define en el área como un cirujano. Todo lo hace bien. Mejora aún más su potencial cuando arranca en diagonal desde la izquierda como hacía Henry pero como nueve o en la derecha también ha hecho destrozos. Cuando sale y ataca la espalda del rival es imparable. Ahora que lo tiene todo para algún día convertirse en el rey del fútbol es inevitable recordar aquella final juvenil o el título de Europa Sub-19. Completo como pocos, a este nivel joven como nadie más. Mbappé, el futuro es tuyo.