El tridente móvil del Madrid y la carta de Lemar
Bale, Benzema y Asensio confunden a los rivales. Un Madrid de más pases y menos centros. Lemar irá a los huecos libres entre Marcelo y Kroos
El intercambio. Aproxima la Supercopa de Europa un nuevo ciclo en el Madrid y Atleti. En el equipo blanco se percibe la cita como el inicio oficial del cambio en esta etapa post-Cristiano. La gira americana y el Trofeo Bernabéu han reactivado la idea del tridente con Asensio como nuevo miembro. La principal diferencia, tomando la vaga referencia de los amistosos, se contempla en la movilidad que aportan Bale, Benzema y el balear al frente del ataque sin perder comba en la carga rematadora (16 disparos de media por los 17 del curso pasado). Originan la confusión en las defensas rivales desde dos formas distintas. Resulta habitual ver a Benzema y Asensio desdibujar sus posiciones e intercambiarse entre sí y a Bale ganar acomodo en lugares de finalización. Se ha visto un Madrid fluido a causa de este dinamismo.
Pase y velocidad. Desde esta perspectiva, ha adquirido protagonismo con el balón. Su promedio de posesión se sitúa este verano en 65,5%, cinco puntos más que la temporada anterior. Más importante resulta dónde se produce esa circulación. Ante la Juventus el 16% de su posesión fue en zona de ataque, una cifra más que considerable. Asensio se ha mostrado muy preciso (93% de acierto en las entregas) y la cuota de participación de Bale se ha agudizado. Un Madrid de más pases y menos centros al área (14 por encuentro, nueve menos que la campaña previa). Al margen del canje posicional, el nuevo tridente ha utilizado otra maniobra efectiva. Cuando respetan sus ubicaciones iniciales, Benzema se dedica a sacar a sus marcadores de sitio y Bale y Asensio rompen en ese espacio que se abre entre el central y el lateral.
Lateral profundo. Apenas hay rastro en esta pretemporada del Atleti que se espera. Simeone sólo pudo alinear ante el Inter un once reconocible como test de cara a la Supercopa. Achacó cierta falta de gol (16 remates sin premio). En el plano ofensivo se apreció el buen punto de forma de Filipe Luis en la izquierda. El lateral se lanzó continuamente, con casi toda la banda para él. Sumó ocho envíos al área y dispuso de una buena oportunidad. La profundidad de Filipe pondrá a prueba el balance de Bale. El galés no ha ahorrado esfuerzos defensivos en los amistosos y ha fortalecido la idea de Lopetegui de protegerse sin balón con un 4-4-2 (o 4-5-1). El Atleti amenaza por fuera, aunque por dentro también acumula argumentos de peligro.
La nueva pareja. Parte Lemar con numerosas opciones de ser titular en la derecha. Sin embargo, tal y como observó Simeone en sala de prensa, le cuesta generar como extremo. El jugador galo, zurdo, tiene inclinación a ocupar el sector interior y se sustenta de su aceleración, conducción, disparo y sentido en el pase para desequilibrar. Contra el Inter dejó detalles positivos en este registro. Está por comprobar su encaje con Griezmann. A Lemar le gusta recibir en situaciones y zonas distintas, con plena libertad, privilegio que sólo ha merecido Griezmann en este tiempo. Podría ocurrir que se entorpezcan entre ambos, una dificultad que, en caso de aparecer, se debería pulir con los partidos. Lemar puede encontrar espacios entre Marcelo y Kroos. El Madrid padeció las paredes interiores y las continuaciones en esa parte del campo contra el Milán. Con Lemar y Griezmann se invita a explotar ese escenario.
Las coberturas de Kroos
Con Casemiro corto de forma, el alemán ha de fijar aún más las llegadas desde atrás. No lo hizo ante el Milán.
La espalda de Filipe Luis
La producción ofensiva del lateral le puede hacer replegar tarde. Ni cerca de Lautaro en el gol del Inter.