Groenewegen, otro exponente de los nuevos sprinters

 La séptima etapa del Tour había sido una de las más discutidas por los equipos por la longitud y duración. Dicho y hecho. Una etapa de transición en el más estricto sentido de la palabra. Apenas dos conatos de escapadas que fueron cazadas por el pelotón sin despeinarse. El único ingrediente que puso picante a la etapa fue el viento, que generó nuevos abanicos. Solo el irlandés Dan Martin se vio perjudicado por ello, pero finalmente salvó la etapa. El resto de favoritos, con el piloto automático esperando a la etapa del Pavés del domingo.

Tras cazar a 37 kilómetros de meta a Laurent Pichon, el pelotón se lo tomó con mucha calma. En el sprint, se impuso el holandés Groenewegen. Uno de los líderes de la "nueva generación de sprinters" junto a los Gaviria o Colbrelli y que suceden a Cavendish, Kittel o Greipel, de momento, lejos de las victorias. La victoria del holandés no sorprende, lo sorprendente es la suficiencia con la que se impuso a Gaviria y Sagan.

En clave española, la "guerra" sigue instalada en Movistar iniciada tras las declaraciones de José Luis Arrieta, en el inicio de semana en las que reconocía que Quintana era el líder. Arrieta, las desmintió y afirmó que tenían tres líderes. La carretera dictará sentencia pero a Landa se le ve fuerte y con capacidad para liderar. El domingo puede ser el primer día clave.

De cara a mañana, se presenta un nuevo recorrido con un guión parecido al de hoy. El viento o el horario, condicionado por el Mundial de fútbol, pueden ser los dos únicos factores que condicionen el devenir de la etapa.