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Neymar y Meunier, ejemplos para los niños de maneras muy distintas

Al suelo.  Neymar ha jugado todos los minutos de los cinco partidos que ha jugado Brasil en este Mundial. Un total de 450 minutos de los que se ha pasado más de 15 en el suelo. Su fama de piscinero no le hace ningún favor, y menos para alguien que debe ser ejemplo para millones de niños. Muchos ya se ríen del crack brasileño y de sus excesos cuando cae al suelo. En México, en un ejercicio de un entrenamiento de un equipo infantil, todos los niños se tiran al suelo y empiezan a fingir cuando su entrenador grita “¡Neymar!”. El vídeo se ha hecho viral en todo el mundo. No es ese el tipo de ejemplo que debe ser.

Cambios. El holandés Marco Van Basten es el actual encargado de la FIFA de la evolución técnica del fútbol, es decir, el hombre que propone los cambios en el reglamento para mejorar el juego. Una de sus propuestas hace años fue el cuarto cambio en la prórroga, aplicación que ya está reglamentada en este Mundial. Su nueva idea es instaurar alguna sustitución adicional en el tiempo extra. Después del partido de Fernandinho en cuartos, en Brasil abogan por el cuarto cambio dentro de los 90 minutos reglamentarios.

Juego sucio. La selección de Suecia, que ayer fue eliminada en cuartos por Inglaterra, tiene razones para quejarse de juego sucio por parte de la afición británica. En plena madrugada de la previa al partido, una falsa alarma en el hotel de los suecos en Samara obligó a los jugadores a desalojar el edificio. Según la policía, hay indicios de que la alarma fue manipulada por algún aficionado inglés.

Ejemplo. Meunier no jugará la semifinal Francia-Bélgica por sanción. Se tendrá que conformar con verlo desde la grada. Pero bien podía haber sido peor. Tres años antes de debutar con la selección, cuando tenía 18 años, el actual lateral del PSG alternaba los entrenamientos en su pueblo, Sainte-Ode, con la profesión de cartero. Luego dejó la mensajería y trabajó en una fábrica de coches para ayudar a su madre con las facturas. La llamada del Brujas le cambió la vida y pudo dejar de trabajar para dedicarse exclusivamente al fútbol. Este sí que es un buen ejemplo para los niños.