Ni Messi ni Cristiano: España, aprovéchalo

Rusia ha visto despedirse el mismo día a Messi y a Cristiano. A Cristiano y a Messi. Nos hemos quedado sin el morbo de ese posible cruce de Argentina y Portugal en cuartos que hubiera organizado un duelo mundial entre los dos dueños del fútbol de la última década. Una pena. Pero hay que ser justos. Ni uno ni otro merecieron ayer el premio de la continuidad en la cita de Rusia. Empezamos por Messi, que de nuevo defraudó a los hinchas de la Albiceleste con una actuación errática y gris. Hasta el minuto 84 no hizo su aparición, cuando Argentina tenía casi todo perdido (4-2). Messi nunca será Maradona y ya con 31 años nadie imagina que llegue a Qatar para reivindicarse por última vez. Messi sigue sin marcar en las eliminatorias de los Mundiales y sus números reflejan que a este paso dejará Argentina sin ganar ningún título con ellos (sólo logró el oro olímpico de Pekín en 2008 pero en la final el héroe fue Di María…).

Y Cristiano ha ido de más a menos. Empezó el Mundial a lo grande con un hat-trick tremendo a La Roja. Siguió salvando a su selección ante Marruecos con un golazo de cabeza. Y ahí se paró su reloj. Falló ante Irán un penalti que le hubiera permitido igualar a Kane en el pichichi del campeonato. Y ante el muro uruguayo apenas encontró resquicios para chutar. La mejor defensa del campeonato no le dio opción alguna. Cristiano está fuera, pero no es el mismo caso de Messi. Aunque Portugal sea la vigente campeona de Europa, no tiene el equipo de Argentina, donde el Kun, Higuaín, Dybala y compañía forman junto a Leo un ataque que sería brutal... si jugasen. La suplencia de estos tres últimos es un misterio que un día Sampaoli nos explicará.

Pero seamos listos y, aunque pierda el espectáculo, celebremos lo ocurrido. Aparte de disfrutar con la explosión mundial de Mbappé (sólo con su exhibición de hoy se ha ganado el derecho a luchar por el próximo Balón de Oro), unámonos todos para animar más que nunca a España, que si elimina a los rusos tendrá un camino cada vez más allanado para soñar con repetir la gesta de Sudáfrica. Lo seguro es que en una hipotética final no tendremos que sufrir ni a Messi ni a Cristiano. España depende de sí misma para volver a tocar el cielo. España, es tu momento. ¡Vamos!