Kroos, un buen equilibrio para Pogba
Kroos siempre está en entredicho. Desde que llegó al Real Madrid, pese a la confianza ciega de sus técnicos (Ancelotti, Benítez y Zidane), la afición propia y la ajena siempre reservan un pero al alemán. Llegó a la Casa Blanca en el mejor momento de su carrera, con aquel 1-7 en el Mundial de Brasil como tarjeta de presentación fosforescente. Después de aquello, ¿qué más podía ofrecer? La calidad del plantel, tantas joyas en esa joyería, parece contribuir a que algunas funciones del alemán pasen inadvertidas. Pero su presencia es vital.
De aquel partido de Belo Horizonte, en 2014, nos queda un Kroos con menos gol, sí, pero igual de importante. Hay veces en que, para darnos cuenta de lo que tenemos, es bueno saber lo que perdimos. En el centro del campo de aquella Alemania era clave Schweinsteiger, que ya no es clave; brillaba Özil, que ya no brilla; y empujaba un tal Götze que daría el cuarto título a la Mannschaft y que para este Mundial ni siquiera fue convocado. Pero Kroos sigue. Mourinho le quiere en su United para equilibrar a Pogba. Y ojo, no es mala tecla esa. Me da que la altura del francés se acerca mucho más a su 1,91 que a lo que hasta ahora nos ha ofrecido.