Messi en las peores manos
José Néstor Pekerman fue el técnico que le hizo debutar. De hecho, él dio el aviso para que se convocara al chico que la rompía en las inferiores del Barça. En el Mundial 2006, con Pekerman en el banquillo, salió cuando restaban quince minutos para el final ante Serbia y Montenegro con 3-0 en el marcador. El encuentro terminó 6-0, con Messi marcando un gol y demostrando el gran talento que tenía dentro ese joven de 18 años. Era una de las sensaciones del Mundial, pero el actual seleccionador de Colombia lo dejó sin participar ante Alemania en cuartos de final.
Dimitió Pekerman y llegó el último entrenador que ganó un título con Argentina: Alfio Basile. Con él en el banquillo, Messi mostró una de sus mejores versiones con la selección. Fue eléctrico, punzante y acertado a la hora de anotar. En la Copa América 2007 fue un futbolista imparable. De hecho, aquel equipo jugaba muy bien, pero se topó con Brasil en la final y no hubo opción. Un 3-0 contundente le endosaron los brasileños a los argentinos en Venezuela y el 'Coco' dejó su puesto.
Maradona cogió las riendas entonces. Muchos creían que lo mejor que le podía pasar a Messi era que le dirigiera el anterior gran '10'. Pero nada más lejos de la realidad. Argentina entró al Mundial 2010 por la ventana con un triunfo agónico frente a Uruguay. En Sudáfrica, Messi no marcó ningún gol y se despidió de la competición con una paliza histórica de Alemania a los suyos en cuartos de final. Un desastre.
Batista asumió y en la Copa América de 2011 tampoco convirtió. Argentina se marchó de la competición que acogía sin pena ni gloria. Uruguay, en la tanda de penales, les dejó fuera. Y el tiempo del 'Checho' como seleccionador terminó ahí.
Sabella ha sido el único seleccionador que, de verdad, ha podido poner a Messi en el centro de su esquema. El juego de la Argentina finalista en 2014 giraba alrededor de él. De hecho, el de Brasil fue su mejor Mundial. Se sentía cómodo y lo demostraba en el terreno de juego. Anotó 4 goles y repartió una asistencia. Fue nombrado mejor jugador de la competición pese a perder la final. Pesó demasiado la derrota contra los alemanes y, pese a las buenas sensaciones, todo lo trabajado quedó en papel mojado y 'Pachorra' dejó la dirección técnica.
El 'Tata' Martino fue finalista de dos Copa América. Su selección jugaba bien, competía, pero quizás le perjudicó no saber hacer que Messi rindiera del todo bien dentro de lo que eran sus planes de juego. Mucho menos lo consiguió el 'Patón' Bauza. Él lo convenció para que regresara a la Selección después de un fugaz retiro. Pero las sensaciones fueron horrendas. Jugó recostado a la derecha no consiguió mostrar su verdadero juego.
"Este equipo es más de Messi que mio", llegó a decir Jorge Sampaoli. El entrenador casildense expresó en más de una ocasión que quería acercar al rosarino a zonas decisivas. Es decir, evitar que fuese el jugador que hiciese todo: recuperar la pelota, elaborar la jugada y marcar los goles. Liberar de esas labores a su mejor futbolista y buscar que se dedicase a marcar y asistir a sus compañeros. Claramente, no lo ha conseguido. Ha dado mil vueltas a sus ideas, ha cambiado sistemas... Pero no ha funcionado. La realidad es que no hemos visto mejoría con Sampaoli en el banquillo. Ni con cuatro al fondo o tres centrales.
Parece que Messi, viendo la contratación de los distintos entrenadores que se ha realizado en su selección, tiene el enemigo en casa. Su rendimiento con la camiseta albiceleste ha venido condicionado directamente desde el banquillo. La gestión del ciclo Messi ha estado en las peores manos posibles.