NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Rusia avasalla, Salah se encoge

San Petersburgo se contagió de la euforia que sin esperarlo la selección rusa ha levantado en el país. Lo que hace unos días eran pesimismo y tristeza son ahora optimismo y alegría. Rusia se ha ganado el derecho a soñar con dos partidos muy por encima de sus posibilidades, dos con los que nadie hubiera imaginado viendo a esta selección. Pero Cherchesov cambió absolutamente todo con respecto a los dos años nefastos de preparación que llevaron a cabo y la revolución le ha salido bien: impuso la línea de cuatro en defensa a diferencia de los tres centrales anteriores, recuperó para el equipo a gente como Cheryshev y Dzyuba, estrellas en el Mundial, y se olvidó de las nacionalizaciones, algo que tanto debate genera en tierras rusas. La selección era una incógnita y se está resolviendo favorablemente.

Queda la duda de saber si ante Uruguay volveremos a ver la versión inmejorable de estos partidos o si tener un rival de más enjundia enfrente le hace doblar la rodilla. De momento con la tensión con la que está jugando, los veteranos Akinfeev, Ignashevich y Zhirkov en estado de gracia, el doble pivote Gazinskiy-Zobnin intocable, el trabajo incansable de Samedov, la magia de Golovin y el momento de forma de Cheryshev y Dzyuba le da para ser un rival más que correoso para cualquiera que se cruce con él. Y uno con los que se puede cruzar es, no lo olvidemos, España. Quedan días para ese hipotético partido pero Rusia asusta. Tampoco Salah, que jugó agarrotado por el miedo después de la lesión en la final de Champions, pudo frenarla. Las horas del Faraón en el Mundial están contadas. Y han sido francamente pocas.