España encuentra a Diego Costa

Vibrante. Sólo Cristiano impidió el estreno con victoria de España, que había capeado el temporal con goles ajenos a su filosofía más reconocible en un partido que envió mensajes discordantes. La Selección tuvo personalidad y buen juego a ratos, y ubicó a Diego Costa, mejor que nunca. 

Buque insignia. No se recuerda una actuación tan completa del delantero como internacional. En ruptura y en corto resultó diferencial, orientando cada jugada (29 toques y 89% de precisión en el pase) y proporcionando una salida cuando España se sentía abrumada.

Vía de escape. Todos le buscaron (recibió 26 pases), una intención que no siempre se concretó en encuentros previos ya fuera por omisión o falta de entendimiento. No fue extraño que la Selección optara por el desplazamiento aéreo para estirarse de inicio como hizo Busquets en el 1-1.

Situación de descontrol. A España se le escapó el triunfo al no llegar a gestionar nunca las transiciones y los balones en largo de Portugal. El balance defensivo rechinó toda la noche. La falta evitable de Piqué reprimió la remontada que tanto bien hubiera hecho tras la tormenta.

Zona de recepción

Diego Costa interpretó a la perfección los desmarques en apoyo y alentó los ataque con toques acertados. Ocasión de Iniesta tras una aportación decisiva del delantero en esta jugada.

Sin oposición

Pepe lanza en largo y Bruno Fernandes cabecea sin que Nacho salte con él. Ni Koke ni Silva están cerca de Cristiano, que encara y fuerza el penalti del 1-0.