Revulsivo Aspas y la cintura táctica de Lopetegui
La alineación de España no iba a ser en ningún caso la que alinearía Lopetegui ante Portugal en el debut del Mundial 2018. Ni el juego, ni la intensidad, ni la motivación será las misma para ese partido que en el amistoso de ayer ante Túnez (se eligió este rival por su parecido a Marruecos y Julen probó el once para ese partido).
La historia se repite en los últimos amistosos que juegan las selecciones antes de su debut en una gran cita. Los futbolistas están impacientes por arrancar en el mejor escenario del mundo para ellos, donde sueñan jugar todos los niños que sueñan con ser futbolistas y, aunque sea inconscientemente, no meten la pierna ni van a tope porque se juegan que una lesión les deje sin jugar la Copa del Mundo. Le pasó igual a Alemania hace dos días. “Partido muy gris de Alemania frente a Arabia Saudí”, titulaba Menzel la crónica de As. Los actuales campeones del mundo y siempre favoritos a ganar cualquier Mundial no tuvieron una actuación a su nivel como no la tuvieron los españoles ante Túnez.
El último amistoso de España sólo sirvió para abrir el debate entre los aficionados sobre si la Selección llega mal al Mundial y toda la espectacular fase de clasificación firmada fuera un espejismo. Aunque el partido también sirvió para comprobar la cintura táctica de Lopetegui que cambió el dibujo y puso tres centrales (un 3-5-2) en busca de la victoria. Y sirvió para comprobar que Iago Aspas puede ser un gran revulsivo. Contra Portugal será otro historia.