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LeBron y el recuerdo de Shaquille: "¿Tú y qué ejército?"

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Para mucha gente, las cuartas finales seguidas entre Warriors y Cavaliers suponían más una desazón que un aliciente. Seguramente, porque lo que lamentaban en realidad no era el duelo sino lo desequilibrado que se presentaba, la sensación de que el Rockets-Warriors había ejercido de final efectiva. Pues con ese zumbido en su oreja, la lucha por el anillo de campeón de la NBA 2017-2018 arrancó con la máxima anotación de LeBron en playoffs, una prórroga a la que se llegó tras un error tragicómico de los Cavs que recordaremos siempre, una tangana con expulsión y posibles suspensiones, un amago de lesión grave de Klay Thompson… Puede que no volvamos a ver a los Cavaliers tan cerca pero también puede que esto solo haya sido el primer acto de una final a máxima presión. Que cada uno elija bando.

Y la razón de todo es LeBron James, con sus 51 puntos y esa forma ultra precisa de mover su montaña de músculos que en el Oracle siempre tendrá el efecto de llevar a la gente de vuelta al sexto de partido de 2016, el del triple de Kyrie Irving. LeBron justifica que haya final (a pesar de todo) y justifica que los Warriors tuvieran que fichar a Kevin Durant para hacerle frente con garantías. En pista, y acompañado por un equipo que no debería estar donde está, LeBron recuerda aquella respuesta de Shaquille O’Neal a Vlade Divac cuando este le dijo que iba a ir a por él: “¿Tú y qué ejército?”.

El ejército en este caso son los Warriors, uno de los mejores equipos de la historia. Pero uno al que LeBron, haciendo esta vez de LeBron y de Kyrie todo en uno, llevó al borde del ataque de nervios de una manera que solo él consigue. Cuatro años de batallas dan para hacer muy íntimas las fobias, aunque en los abucheos del Oracle a LeBron haya en realidad más respeto que verdadero desagrado. La carga eléctrica que saturó el final del partido promete emociones muy fuertes el domingo y una emboscada a los Warriors en Cleveland si no hilan fino y sacan el 2-0 antes de cambiar de ciudad. Porque si no, tendrán que ir de verdad a por LeBron y entonces la respuesta será un calco de aquella de Shaquille: “¿Vosotros y qué ejército?”.