El Madrid, preparado para Kiev
La máquina está perfectamente engrasada. En Villarreal era la última prueba antes de la gran final de la Champions League y durante muchos minutos vimos a un Real Madrid jugando al mismo ritmo que si de la propia final se tratase. Una primera parte primorosa, repleta de calidad y de juego fluido, el balón volaba entre los pies de Modric, Kroos, Isco, Marcelo… Pero sobre todo me quedo con el gran trabajo del equipo cuando tocaba recuperar la pelota.
Mucha implicación por parte de todos en la presión colectiva y en apretar la pérdida. Un Madrid a ese nivel es prácticamente imparable. Daba la sensación de estar ejecutando el plan de partido preparado para desarrollar la semana que viene en Kiev. Luego, como es obvio, el ritmo bajó porque nadie quiere arriesgarse a perderse el partido del año, pero el Madrid está (estamos) en el camino correcto para seguir haciendo historia.