La 'ciudad blanca' espera al Real Madrid...
El Real Madrid viaja este miércoles a Belgrado, que significa 'ciudad blanca', donde disputará a partir del viernes la Final Four de la Euroliga.
Belgrado, trepidante capital de Serbia, significa “ciudad blanca”. No hay mejor guiño para el Madrid, que este miércoles se monta en el avión rumbo a los Balcanes con el sueño de regresar con la décima Copa de Europa. Tiene motivos para pensar que es posible. El primero, su entrenador. Lo que está haciendo Laso en el Madrid es muy gordo. Va a dirigir su quinta Final Four en los últimos siete años. Entre las eras Sabonis-Laso, el Madrid apenas ganó tres Ligas, dos milagrosas (en el Palau en 2000 y en Vitoria en 2005) y en Europa fue invisible. El mérito de Laso se ha multiplicado este año. Sobrevivió al otoño y al duro invierno de la Euroliga sin Llull, Ayón y a ratos sin Randolph. A la primavera de Belgrado llega con el equipo lanzado. El Madrid es el equipo con mejor valoración media (102,6) de los cuatro semifinalistas. Hay un factor, sin embargo, que nadie puede controlar. Se llama Zeljko Obradovic. El entrenador del Fenerbahçe no sólo defiende título. También tierra.
Aunque nacido en Cacak, Obradovic es un virrey en el Belgrado. Jugador del Partizan entre 1984 y 1991, le dio su primera Euroliga como entrenador en 1992. La leyenda cuenta que pasó dos meses sin dormir estudiando sistemas cuando le dijeron que sería el técnico. Obradovic y el Fenerbahce van a jugar en casa. Pero para llegar a la soñada final Madrid-Fenerbahce (Laso-Obradovic) habrá que descabalgar al CSKA y al Zalgiris. El rico es campeón en 2016 pero tiene un curioso currículo de fracasos en las Final Four, que sacan lo peor de él. El pobre está dirigido por Jasikevicius, algo así como el Robin Hood de Kaunas. Saras, el futuro Obradovic dicen, ha metido entre los cuatro mejores al segundo peor presupuesto de la competición. Zalgiris llegó a su última Final Four en 1999. Lo hizo como Ceniciente. Adivinen qué pasó.