Qué tarde regresó Caparrós...

Todos contentos y nadie feliz. Así se puede resumir un derbi en el que el Betis llegaba con la intención de hacer sangre de uno de los peores Sevilla que se recuerdan tras la manita de la primera vuelta. El Sevilla llegaba con ganas de venganza, pero sabiendo que es un gigante con pies de barro y que para marcar un gol necesita mil ocasiones. El Betis dio un meneo al Sevilla al inicio del partido pero se relajó. Caparrós movió el banquillo y le dio la vuelta a un partido que estaba en chino. El caso es que demasiados milagros ha hecho el utrerano en dos semanas para, además, enseñar a su equipo a conservar la ventaja en un derbi.

Setién ha dotado al Betis de una personalidad que le permite estar en Europa la próxima temporada, viendo cómo su eterno rival se tiene que partir la cara en a saber cuántas eliminatorias. Mérito indudable el del técnico bético, que ha sabido tocar la fibra a una plantilla en la que la mayoría de fichajes lucen poco y en las que jugadores que ya estaban y los canteranos han sido protagonistas. En la acera nervionense... qué tarde volvió Caparrós. Cómo necesitaba el Sevilla fútbol de verdad y gente que sabe de qué va esto, sin decir tonterías en sala de prensa y, lo que es más importante, ganando partidos, que es de lo que se trata esto. Otro derbi se va y deja a la capital de Andalucía de paseo por Europa en unos meses.