Los once pases de Modric a Bale

Partido redondo. Con Bale en combustión, el Madrid dejó de ser por un día ese equipo rutinario y plomizo de LaLiga para ser un conjunto descarado y regular. Contó con todo a su favor. Hasta el Celta fue su aliado por una estrategia temeraria de Unzué con la defensa tan adelantada. Cada pase tuvo intención ofensiva y se obligó a atacar hasta el final.

En vertical. Los de Zidane progresaron siempre ante la inoperancia de las líneas viguesas. Modric, Kroos e Isco enlazaron, sin complejidad alguna, con las referencias de arriba. Las once entregas del croata a Bale ilustraron la noche. El galés fue un martillo al espacio.

Lanzado. Desde la orilla derecha, Bale siguió con su proceso de regeneración luciendo su zancada imponente y exactitud en el golpeo de zurda. Midió cada desmarque, templado para no caer en fuera de juego de inicio, y lideró la tormenta ofensiva blanca en las transiciones.

Como extremos. Despegó Achraf en la derecha, que se significó como un jugador distinto rodeado de una buena terna de titulares, y Marcelo concurrió con su habitual profundidad. Los laterales fueron piezas relevantes en el asalto blanco debido a la insuficiente miga defensiva del Celta en las alas. El Madrid hizo un acto de perdón con el Bernabéu y se aproximó a lo que debería ser en Kiev.

Faena atrás

La goleada del Madrid no hubiese sido tal sin la tensión que demostró sin balón. En esta jugada, Modric va a banda y Bale cierra el posible pase interior. Justo antes del 2-0.

Activación clave

El bloque de Zidane logró asentarse en campo del Celta al recuperar tras pérdida. Modric se anticipa y roba el balón en una situación ventajosa para dar paso al 3-0.