Si quieres mejorar tu derecha, ten en cuenta estos consejos

Cuando empezamos a jugar al tenis, el primer golpe que solemos aprender es la derecha, dado que el movimiento que implica es mucho más sencillo e intuitivo que cualquier otro.

Por eso, en los peloteos largos desde la línea de fondo, lo más habitual es intentar golpear con el drive, siempre que sea posible, para tratar de dominar al rival en los intercambios.

Dicho esto, es muy recomendable tener en cuenta una serie de consejos básicos acerca de este golpe, ya que una buena ejecución del mismo nos va a ayudar a ser mucho más competitivos.

¿Qué empuñadura es la correcta?

Lo principal a la hora de agarrar la raqueta para jugar de derecha es que nos sintamos cómodos y que tengamos el control de su cabeza.

Existen empuñaduras más abiertas o más cerradas, en función de la apertura de la cara de la raqueta; un agarre cerrado nos permitirá imprimir mucho más efecto liftado a la bola, pero nos reducirá la versatilidad que nos ofrece una empuñadura abierta, con la que podremos controlar todos los efectos mucho mejor.

En tenis existe una nomenclatura específica para diferenciar cada empuñadura. Así pues, vamos a ver cuáles son las que se utilizan para golpear el drive:

Continental

Es una empuñadura muy polivalente y la empleada generalmente para sacar. Es la más abierta de todas, lo que nos permite poder hacer casi cualquier golpe con ella, pero nos limita mucho a la hora de imprimir efecto liftado a la pelota.

Esta forma de agarrar la raqueta fue perdiendo popularidad a partir de los años setenta, cuando ya empezaron a disminuir los torneos jugados sobre hierba y la pelota empezó a botar más alta. Hoy en día está prácticamente en desuso (para el drive), puesto que la hegemonía del golpe con topspin no deja cabida a esta empuñadura.

Este (eastern)

Cuando empezamos a jugar al tenis, esta es la empuñadura que nos suelen enseñar para golpear la derecha.

Para adoptar la empuñadura eastern, colocamos la palma de la mano sobre el lateral del mango que está paralelo a la cabeza.

Con esta forma de agarrar la raqueta, vamos a disponer de un gran control sobre la cabeza. No obstante, conforme vayamos evolucionando nuestro juego, nos daremos cuenta de que necesitaremos una empuñadura un poco más cerrada si queremos impactar con mayor efecto liftado.

En cualquier caso, conviene recalcar que es la empuñadura preferida por Roger Federer para ejecutar su golpe de derecha.

Semi-oeste (semi-western)

Esta empuñadura nos permite golpear con efecto liftado de una forma más sencilla y natural, así como controlar mucho mejor la bola liftada del rival. El impacto de la pelota habrá de efectuarse un poco más adelante que con la empuñadura este, puesto que la cabeza de la raqueta está más cerrada.

No es recomendable impactar bolas bajas con esta empuñadura, ya que, desde esa posición, será difícil imprimir un efecto suficiente como para que la pelota supere la red con seguridad.

Este es el agarre preferido de la mayoría de los tenistas profesionales. Nadal, Djokovic, Serena o Murray golpean su derecha con una empuñadura semi-oeste.

Oeste (western)

En este caso, la cabeza de la raqueta está completamente cerrada. Con esta empuñadura podemos impactar con un efecto topspin endiablado las bolas altas pero, sin embargo, vamos a sufrir mucho cuando tengamos que levantar bolas bajas. Además, resulta imposible jugar con efecto cortado si asimos la raqueta de esta manera.

Para configurar nuestra empuñadura, conviene echar un vistazo a la foto de abajo; los números representan en qué bisel debemos colocar la parte interior del nudillo de nuestro dedo índice de la mano derecha (si eres diestro) para adoptar el agarre deseado.

Enfócate en la pelota

Intenta no mover la cabeza demasiado y no pierdas nunca el contacto visual con la pelota. De esta manera, podrás golpear con mucha más precisión, facilitando el cambio de direcciones y la apertura de ángulos. Para ello, es bastante aconsejable seguir la trayectoria de la bola con el brazo inhábil; de esta manera, calibraremos mucho mejor el golpe y tendremos mayor probabilidad de impactar con el punto dulce de la raqueta.

Mecánica del golpe

Para ejecutar correctamente un drive, debemos colocarnos ligeramente de lado, para aprovechar la fuerza que se genera al girar la cadera. A la misma vez que nos vamos poniendo en esa posición, enfocamos la pelota como mencionamos anteriormente y vamos armando el golpe (backswing).

Durante el backswing, echamos la raqueta hacia atrás, girando los hombros e intentando no hacer un movimiento exagerado que nos ralentice en exceso. En ningún momento perdemos la pelota de vista, puesto que la vamos siguiendo con el brazo inhábil.

En el momento del impacto, debemos tener el codo cerca del cuerpo para que el golpe sea preciso. El peso del cuerpo se transfiere desde atrás hacia adelante, acompañando con un giro de cadera y continuando el movimiento una vez que la pelota ya ha perdido el contacto con nuestra raqueta. Hombros y cadera deben quedar de cara a la red una vez el movimiento ha concluido.

Lo ideal es impactar la pelota a la altura de la cintura, por lo que nunca está de más flexionar ligeramente las rodillas y después aprovechar el impulso de esa flexión para añadir potencia extra al golpe.

Para que el golpe sea plano, mantén la cara de la raqueta recta mientras impactas la pelota. Si quieres golpear con efecto liftado, cierra ligeramente la cara de la raqueta durante el impacto, cepillando la bola para que vaya describiendo una parábola.

Error más común

En el momento de impactar la pelota, es muy común que algunos jugadores inexpertos no terminen el movimiento y concluyan el golpe cerrando excesivamente la muñeca, sobrecargándola y aumentado el riesgo de lesión. Por eso, insistimos mucho en completar el swing; así, aprovechamos bien toda la fuerza de nuestro cuerpo y evitamos movimientos demasiado agresivos para nuestras articulaciones.

Es lógico que el tenis requiere de una práctica regular y que no podemos mejorar sólo con la lectura de publicaciones. No obstante, este tipo de información nos va a ayudar a mejorar la observación y autocorrección de nuestros golpes, pudiendo interceptar los posibles fallos que estemos cometiendo en pista.