Pues sí dábamos para más
Histórica victoria en el Wanda Metropolitano. Como ya sucediera en el nuevo San Mamés, el Espanyol vuelve a citarse con el álbum de historia para inscribir su nombre en el prestigioso protagonismo que significa experimentar la primera victoria como visitante en nuevos estadios de equipos muy históricos como son Atlético y Athletic, respectivamente. El equipo ha sido capaz de marcar un nuevo estilo más protagonista, alejarse de su propia área y ofrecer una mejor imagen y más alegre. Arropado en torno a una idea más protagonista, acorde con el potencial de algunos jugadores infrautilizados como Sergi Darder.
El Espanyol podía y debía haber mostrado una imagen mejor esta temporada, lejos del equipo timorato y escasamente goleador que ha demostrado ser con el mando de Quique, a quien habría que decirle que sí damos para más. Una nueva muestra del estrepitoso fracaso de un técnico, el madrileño, anclado en un juego pírrico y con una mentalidad derrotista, con el agravante de competir con el mayor presupuesto deportivo de la historia de un club que siempre ha vivido bajo el azote de la escasez pecuniaria. Dábamos para más, para bastante más, por lo menos para ocupar puestos que aspiran a dar con nuestros huesos en competiciones europeas, circunstancia que sí han realizado otros clubes de mucho menor presupuesto y pedrigree, tales como Getafe o Girona. El Espanyol debe abandonar las excusas y saber que desde la humildad también se puede competir con muchos elementos para el alcanzar el éxito.