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¡Árbitro, eso es penalti!

Vaya arbitraje. Hace mucho tiempo que no me molestaba en hablar de arbitrajes porque acaba siendo un tema que te sumerge en un bucle sin salida. Por eso decidí estar callado cuando supe de la designación de Hernández Hernández. No es un árbitro más. Es el mismo que hace dos temporadas anuló en un Clásico del Camp Nou un gol legal de Bale en un salto limpio con Jordi Alba. Es el mismo que en el Clásico del Bernabéu de la última Liga pasó por alto un derribo claro de Umtiti sobre Cristiano dentro del área nada más empezar el partido. Y es el árbitro que en la última jornada de la pasada Liga se sacó de la manga dos penaltis grotescos contra el Eibar cuando los armeros se habían adelantado con dos goles de Inui y los azulgrana se jugaban el título con el Madrid, que jugaba a la misma hora en La Rosaleda. En el que pitó sobre Jordi Alba, el jugador del Eibar más cercano estaba a casi dos metros... Por eso no me extrañó que pasase por alto la falta tremenda de Luis Suárez sobre Varane en la jugada que dio pie al 2-1 de Messi, o que no castigase el penalti más evidente que ha habido en toda la temporada. La patada de Alba a Marcelo se escuchó hasta por televisión. Incluso Butragueño, un ángel al que sólo le faltan las alas, dijo tras el partido que no entendía cómo el linier no había dicho al árbitro que era penalti. Conste que daba igual porque la Liga se perdió hace mucho, pero es una pena porque el Madrid habría acabado con la condición de invicto del Barça. Con el Reglamento en la mano, dando por mal anulado el gol en la jugada de Rakitic, el resultado habría sido 2-3. Una pena.

Balón de Oro. Hablemos sólo de fútbol, que de eso el Madrid ofreció mucho y del bueno en casi todas las fases del Clásico. Así llegó el golazo del 1-1, en una maravillosa jugada de Cristiano, Kroos, Benzema y otra vez Cristiano. El portugués se dañó el tobillo, lo que le costó dejar la escena en el descanso. Pero en el face to face con Messi en la primera parte se lo comió. Literalmente. Messi se puso casi tan nervioso que pudo ver la roja tras una entrada durísima sobre Ramos, igual que luego le pudo pasar a Bale con Umtiti. El caso es que Cristiano ya ha igualado a Di Stéfano en los Clásicos (18 goles) y ha superado a Gento en campo culé (12 a 11). No se da tregua. Acumula 43 goles en sólo 42 partidos jugados esta temporada. En su cabeza estaban el Camp Nou y Kiev. Jugador GRANDE para escenarios GRANDES. El portugués puso el fútbol, hasta el extremo de llegar a silenciar el coliseo azulgrana. Cristiano es el alma del Madrid. Pero aún así el equipo se sobrepuso a su baja y mereció mucho más. El golazo de Bale en el 2-2 servirá para recuperar este verano los 100 millones invertidos en él en 2013. Y Asensio y Marcelo volvieron loco a Semedo con sus incursiones por la banda. Queda claro que cuando el Madrid se pone serio y compite, es el mejor de todos. Si el arbitraje hubiese sido correcto, el doblete del Barça se hubiese desinflado. Y falta lo de Kiev...