El Espanyol burla a la historia
Ala posteridad pasa el Espanyol como el primer visitante que se llevó los tres puntos del Wanda Metropolitano. También David Gallego, y Antonio Clavero, quien sustituyó al expulsado entrenador perico. Y, por supuesto, Melendo, Baptistao y todos los jugadores que desbordaron al Atlético. La surrealista temporada del Espanyol escribe un colofón no tan inesperado como cabría suponer —habían derrotado los pericos a Real Madrid, Barcelona y al propio Atleti en Cornellà—, pero sí alejado del gris del resto del curso. Fuera de toda lógica.
Se acostumbran los blanquiazules a un tipo de hazañas, como cuando también fueron el primer rival que ganaron en el nuevo San Mamés, que hacen del Espanyol algo tan especial como inquietante, que emociona y desquicia a partes iguales. En el Metropolitano, ni siquiera fue Gerard —el único goleador perico en las siete jornadas anteriores— quien rompió la brutal racha de 1.152 minutos imbatido que acumulaba el Atlético en casa. Lo hizo un jugador que jamás había anotado en LaLiga, y que solo una vez lo hizo en partido oficial, en la Copa, para derrotar al Barça: otro ‘Melendazo’. Y sentenció Baptistao, víctima del desatino en buena parte del curso.
En definitiva, burló el Espanyol a la historia y a un finalista de la Europa League. Y burló a su propio pasado reciente, al “este equipo igual no da para más” que pronunció Quique poco antes de su destitución. Vaya si da. Porque ganó, y superó en todo al Atlético.