ARITZ GABILONDO

Wenger y el museo con goteras

La realidad es que la vida de Wenger en el Arsenal se ha alargado más de lo deseable. No era una cuestión de estilo, de fútbol; era una cuestión de competitividad y autoexigencia.

Aritz Gabilondo
Aritz Gabilondo (San Sebastián, 1980) es redactor jefe de fútbol internacional de AS. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, empezó su carrera en El País y desde 2002 trabaja en AS. Ha cubierto Mundiales, Eurocopas y Juegos Olímpicos para este diario. Es comentarista de fútbol internacional en Cadena Ser, Movistar+ y Mediaset.
Actualizado a

Con el adiós de Wenger se derrumba el mito del fútbol inglés y su relación con los técnicos más laureados. La figura del manager longevo, respetado por todos los estamentos, imagen paternal durante décadas, ya es historia. La modernización ha llegado también a las Islas. Se fue Ferguson, primero, y se va Wenger, ahora. Inglaterra ya es una liga más.

Noticias relacionadas

La realidad es que la vida de Wenger en el Arsenal se ha alargado más de lo deseable. No era una cuestión de estilo, de fútbol o de carisma del técnico; era una cuestión de competitividad y autoexigencia. Al Arsenal últimamente le bastaba con jugar bien y ganar poco. El club se había convertido en una especie de museo con goteras, lleno de buenos jugadores incapaces de estar, al menos estos años, a un nivel de Champions. Inadmisible para lo que es la historia de este club.

Pero en el día de su adiós es de recibo reconocer todo lo que hizo Wenger en sus mejores épocas en el Arsenal, situándolo como el mejor equipo de Inglaterra en la época gloriosa de los Invencibles. Haber podido disfrutar de aquel equipo de Vieira, Henry o Bergkamp es algo que siempre quedará entre nosotros, los amantes del fútbol. Faltó la Champions, que llegó a acariciar, pero el bagaje de la época dorada va más allá. El Arsenal de Wenger logró emocionar. Muy pocos equipos en la historia pueden decir lo mismo.

Te recomendamos en Opinión

Productos recomendados