Regreso a las travesuras. El Madrid volvió a las andadas en LaLiga. Ni el empate final suaviza un comportamiento oscuro. La distensión hizo acto de presencia en todo el sistema defensivo, sin armonía en la presión y con un barullo posicional importante. Se despedazó a la espalda de Modric y Kroos.

Desaplicado. La ausencia de Casemiro perturba todas las rutinas sin balón del Madrid. No existe la conjunción entre líneas y los espacios se gestan justo detrás de los interiores. El Athletic agrupó jugadores por dentro (Williams, Raúl García y Córdoba) ante el abandono blanco en esa zona.

La equivocación. La costumbre de Modric y Kroos les lleva a realizar coberturas en banda, pero pierden el foco de lo que ocurre en la franja central. Al alemán le sucedió en la ocasión de Raúl García. Es un inconveniente reiterado cuando el Madrid actúa con dos centrocampistas. El derbi también lo denunció.

Los centrales. Ante ese contexto, Varane y Ramos se ven forzados a intervenir en demasiadas situaciones (19 recuperaciones entre los dos). El de Camas tampoco estuvo acertado en el 0-1. No pudo con Williams en la carrera. A Zidane le toca reorganizar al Madrid si Casemiro no está en el campo.

Córdoba, solo

Modric y Kroos ni aprietan a Iturraspe ni obstruyen la línea de pase. Además, permiten a Córdoba recibir sin oposición. Error evidente.

Paralizados

La doble ocasión de Córdoba y Raúl García, con larguero incluido, deja en mal lugar a Modric, que no acude a la segunda jugada. Kroos estaba fuera de sitio.