Tan cerca, tan lejos. Hace justo diez años, se cumplirán el 29 de junio, España tumbó a Alemania en Viena. Fuera complejos. En una gran final, la de la Eurocopa, la España de esos locos bajitos pasó por encima de la todopoderosa Alemania, ese equipo de hormigón armado que parece diseñado en una fábrica de leche bañada en proteínas y vitaminas. Los panzer teutones se vieron obligados a rediseñarse. Y más tras sucumbir de nuevo ante La Roja en las semifinales del Mundial de Sudáfrica (1-0, Puyol). Tiki-taken le llaman ellos. No les fue mal. Así ganaron el Mundial de Brasil hace cuatro años. Pero este amistoso de Düsseldorf sirvió para que el Lopetegui Team presentase sus poderosas credenciales. En Viena marcó Fernando Torres. En el Sprit Arena fue Rodrigo. De nueve a nueve. Ya no nos ganan desde la interpretación de los himnos como ocurría en los viejos tiempos, aunque siempre nos quedarán gozosas excepciones como aquel gol heroico de Maceda a los alemanes en el minuto NoventayRamos en la Eurocopa de Francia’84. Ahora no hace falta tirar de épica. Ahora es más científico. Jugamos muy bien al fútbol. Y pueden dar fe de ellos los 3.000 hinchas españoles que llegaron a silenciar con sus olés a los 51.000 alemanes que completaban las gradas del estadio del Fortuna de Düsseldorf. En el mejor momento de juego de los nuestros la publicidad estática del estadio ponía esta publicidad: Salchichón de Toledo. Qué gustazo.

Pero es Alemania. Todo parecía un cuento de hadas, pero no hay que olvidar que, al fin y al cabo, es Alemania, vigente campeona del Mundo, número 1 del ránking FIFA de selecciones y máxima favorita en las casas de apuestas para alzarse con el título en la esperada cita veraniega de Rusia. No les hace falta tejer mucho para perforar. El golazo de Müller fue sacado de los años 70, en los que veíamos esos trallazos desde fuera del área a los que ni siquiera podíamos aspirar dado que se necesita un físico descomunal para pegarle así desde tan lejos. El delantero del Bayern la puso donde no pudo llegar el mejor De Gea del año. El toledano, quizás espoleado por la publicidad de su tierra, firmó un par de intervenciones para la hemeroteca. La mano que le sacó abajo a Gündogan le reivindica como lo que es: el dueño absoluto de la portería de España.

De Rodrigo a Rodri. El hispano-brasileño del Valencia fue una bala, dinámico y vertical. A sus 27 años, 'Rodrigol' apunta a la titularidad, que no parece dispuesto a quitarle Diego Costa. Espeso, lento y sin mordiente en la media hora de que dispuso.  Y en los últimos minutos debutó Rodri, el pivote que no supo valorar en su día el Atleti y que ha sabido ganarse la internacionalidad en el Villarreal. Al madrileño le avala su hambre (tiene 21 añitos) y su apellido ilustre en esto del esférico (Hernández). Busquets por fin tiene heredero.

Ramos 150. Firmó su partido 150 el mismo día que otro gran central de España, Fernando Hierro, cumplía 50 años. Sergio estuvo sobrio, firme, atento. La capitanía de La Roja está en buenas manos. Como Lopetegui, que sigue invicto tras 17 partidos en el cargo. Julen, hay que darte las gracias. Has fabricado un equipo que nos ha rescatado la ilusión. Estamos entre los favoritos de pleno derecho.

Ánimo Santi. Cañizares, que defendió la portería de España en 46 ocasiones, perdió a su hijo de cinco añitos. Toda la familia del fútbol está contigo. Descansa en paz pequeño.