Amaya Valdemoro

Los pasos se están dando bien

Me tocó vivir una época en la que el deporte femenino no era nada profesional, pero con mucho tesón, esfuerzo, trabajo... fuimos cubriendo etapas y consiguiendo retos. Ganamos a equipos a los que nunca se había ganado: Rusia, Cuba, Brasil... pero combinándolo también con grandísimas derrotas. Sólo así se ha podido crear el gen característico de nuestra Selección: un gen competitivo, que nos recuerda cuánto cuesta una victoria y lo importante que es no cansarte de ganar. Siempre hago hincapié en que para conseguir tus retos debes estar contento con lo que tienes y aprovechar al máximo tus medios. En esto, el baloncesto femenino es una referencia por cómo ha crecido y conseguido resultados en los últimos años.

A nivel deportivo, el baloncesto femenino está en una posición inmejorable: subcampeón del mundo, olímpico... y cada vez con más notoriedad. Pero dentro del deporte femenino, el deporte individual está un paso por delante en cuestión de equiparación con el masculino. Hablo de reconocimiento social y patrocinio. Es muy difícil que en un equipo haya un patrocinio para una deportista en concreto. Pero en el masculino sí que hay casos: Llull con Red Bull, Reyes con El Corte Inglés... Se está trabajando bien, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Tendremos que exigir lo mismo cuando generemos lo mismo. Pero los pasos se están dando bien.