Decisivo. Decía Simeone en la previa que ante Messi no vale ninguna estrategia previa del partido. Quizá llegó a exagerar, pero el encuentro lo volvió a ganar el argentino, esta vez en una falta de libre directo que deben poner a los niños que empiezan a jugar al fútbol. Messi marcó un golazo y decidió el partido. El Barcelona fue mejor en el primer tiempo, el Atlético estuvo cerca de empatar y los rojiblancos se alejan del liderato. Por mucho que hablemos de Messi, por mucho que digamos de él, siempre nos quedamos cortos. Sin hacer un encuentro extraordinario, ganó el partido. Y ante genios así hay que quitarse el sombrero. Una falta de más, la que cometió Thomas al borde del área y que marcó Messi, supone la segunda derrota rojiblanca en el campeonato. Las dos en Barcelona, pues la anterior fue ante el Espanyol. Un duro golpe para un equipo que tenía mucha fe en que podía haber logrado positivo en el Camp Nou.
Atrevimiento. Se echó en falta cierto atrevimiento por parte de los jugadores del Atlético. Se echó en falta que algunos no hicieran lo que suelen hacer en el resto de partidos. Como si les hubiera pesado las piernas en este choque, que fue otro con la entrada de Correa, que le dio al equipo otro aire, otra marcha más en ataque. El encuentro de Diego Costa y Griezmann no fue bueno, pero aún así lo intentaron hasta el final. Si en el debe ponemos ese poco atrevimiento, en el haber está el que el Atlético luchó hasta el último segundo de partido. El equipo madrileño puede perder, pero lo deja todo sobre el campo.
Ocho puntos. Los ocho puntos parecen una distancia complicada de enjugar quedando once jornadas por delante. Ocho puntos son muchos porque, además, el Barcelona tiene el goalaverage ganado y esto es otro punto más. El Atlético, ahora mismo, lo tiene todo perdido, pero nunca se sabe con este equipo. Hasta hace poco parecía que ya no había campeonato y los pinchazos del conjunto azulgrana propiciaron que sí hubiera Liga. Hay que seguir luchando y peleando, ganar todos los partidos y esperar lo algún tropiezo del rival. No queda otra.
Hermandad. Las peñas del Atlético y del Barcelona de la localidad de Torrijos (Toledo) tuvieron un bonito acto de confraternización justo antes del partido entre los dos equipos. En este pueblo toledano las relaciones entre las peñas de los dos equipos son muy buenas y lo pusieron de manifiesto antes del partido. La peña del Atlético y barcelonista Atalaya de Torrijos quedaron antes del partido para ver juntos el encuentro, en un ambiente de camaradería y cordialidad. Otra cosa es que cada uno mirase por lo suyo cuando el árbitro pitó el inicio del encuentro. Seguro que en otros muchos sitios peñas y aficionados culés y rojiblancos vivieron el choque con armonía y buen rollo. En el fondo, así debería ser siempre.
Ambiente. Hubo un bonito homenaje a Quini al principio del encuentro y los 200 seguidores rojiblancos que había en las gradas también se sumaron a ese homenaje. No podía ser de otra manera. La derrota rojiblanca es dura, pero el Atlético no para. Espera el jueves el Lokomotiv en Europa League y habrá que ganar para llevar ventaja al encuentro de vuelta que se jugará en Moscú. El 1-0 no debe afectar al equipo de cara a lo queda por disputarse. Ahora toca la cara amarga del fútbol, las lamentaciones, el pensar que el Atlético podía haber jugado algo más, podía haber expuesto más... Pero no hay tiempo para otra cosa más que para seguir peleando. Va en el ADN de este equipo. Aunque a veces toque perder.