Afronta Ernesto Valverde una de las semanas que los medios de comunicación acostumbramos, en un alarde de grandilocuencia, a calificar con adjetivos enormes. Se hablará de partido del año, de jornada clave, de día decisivo y de nuevo volveremos a utilizar términos grandilocuentes de cara al domingo ninguneando la jornada intersemanal. El único equipo que está entre la espada y la pared es el Atlético de Madrid. Es encomiable su esfuerzo, su lucha, su fútbol y su manera de creer. Pero no comparemos la situación del Barcelona con la de su perseguidor... a siete puntos. Esos que no logra recortar en las últimas jornadas y por tanto, sigue sin tener al Barça a tiro. El que vive al límite es Atleti, que es el que no puede despistarse ante nadie. La temporada del Barcelona concede margen para asumir todavía algún que otro susto.

Por si fuera poco, el Barça es quien recibe al Atlético en su campo el próximo domingo. Y a pesar de eso, se habla de partido clave para la Liga. Perdonen, partido clave será para el conjunto del Cholo. Pero antes de ese día, ni culés ni colchoneros pueden despistarse. Las jornadas intersemanales las carga el diablo. Queda mucha tela que cortar.