El Barça recuperó el corazón
Svetislav Pesic, 68 años, estaba esquiando en Austria hace diez días cuando recibió la llamada de un Barça desnortado. Una máquina de perder partidos cuyo entrenador, Sito Alonso, había perdido por completo el control del vestuario. Encima de la mesa del despacho de Josep Maria Bartomeu se pusieron tres nombres. Fue el propio Bartomeu, antiguo responsable de la sección, quien eligió a Pesic, que ya se había ofrecido el año pasado en plena crisis con Bartzokas. Una decisión presidencialista. Pesic, hombre de formas peculiares, tiene carisma en Can Barça. Fue el entrenador que condujo a la sección a la primera Euroliga de su historia. Conocía la casa y alguien intuyó que podría administrarle un electroshock. Semana y media después, el Barça es campeón de Copa.
Para hacerlo, eso sí, tuvo que sudar sangre. El Madrid, lejos de abandonarse cuando perdía 54-71, demostró un carácter indomable y un admirable espíritu ganador sin el que sería imposible entender los cuatro títulos seguidos y los 14 partidos sin perder que ha amasado Laso en la Copa. Pareció que el Barça no alcanzaría la meta. Pero supo llegar a la orilla y Navarro, eterna carrera la suya, levantó un título más, el número 23 con el Barça, quién sabe si el último. Esta Copa, además, vuelve a dejar mensaje. Nacho Rodríguez, ex jugador del Barça y actual manager, consideraba fundamental llenar el equipo de producto nacional. Navarro, Oriola, Claver y Ribas han resultado fundamentales en uno u otro momento del torneo. Con ellos y Pesic, el Barça recuperó el corazón.