Se acudía al Wanda por primera vez con la ilusión de dar la sorpresa a la primera, pero no pudo ser. Estos tres puntos son con los que no sueles contar porque en los tres años del regreso a Primera no les hemos rascado ni uno. Pero durante una buena parte del partido se pensó que era posible. El Atlético mereció más en el inicio, lo mismo que Las Palmas en la recta final de los primeros 45 minutos, pero cuesta marcar. Como dice Jémez, hay que saber competir mejor en los metros finales con más tiros y menos pases.

Tras la reanudación hubo partido hasta que los amarillos se hicieron el harakiri. Un error propio en una mala entrega primero de Jairo, luego de Ximo Navarro y finalmente de Jonathan Viera propiciaron un robo y una rápida contra que desnudó, una vez tras otra, las debilidades amarillas para sentenciar con una defensa muy adelantada. Se ha perdido otra batalla, sí, pero todo hace indicar que estos soldados compiten de otra manera y que con mucho sufrimiento se podrá pelear por salvarse. Queda guerra...