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Copa: Barça-Valencia y Leganés-Sevilla

La Copa calienta cada año el mes de enero con dos eliminatorias que suelen dar juego (este año de los que más) y ayer nos dejó el sorteo de semifinales. Ya saben: Barça-Valencia y Leganés-Sevilla. La primera es de un rango imponente, por lo que es el Barça y por lo que el Valencia está camino de volver a ser. He aquí dos clásicos que han tenido muchísimos enfrentamientos en la Copa, y uno en Recopa que dejó recuerdo imborrable un día de San José en Mestalla, en años de Kempes. La otra es un premio para el Leganés y un reconocimiento para el Sevilla, que ha superado una gripe invernal y ya luce buena cara, de la mano de Montella.

Esa ha sido una de las noticias de la Copa en enero: la recuperación del Sevilla. Otra, gorda, llegó en noviembre con la caída del Athletic ante el Formentera, contratiempo tremendo para un equipo enamorado de la Copa, castigo al desdén con que jugó la ida, al que se unió cierto infortunio en la vuelta. También la Real se llevó su disgusto ante el Lleida. El que no afloja es el ‘Rey de Copas’, título que el Barça arrebató al Athletic hace años. Antes de los octavos, alguien me anunció que el Barça no apretaría, pensando en la Champions. De hecho, a Vigo llevó muchos suplentes. Pero debió cambiar de idea e hizo bien. Su posición en la Copa la envidia el Madrid.

Por todos lados se buscan explicaciones para el desplome de un equipo ‘ganalotodo’ que ahora vaga como alma en pena, contando los días a la espera del doble choque con el PSG, que unos esperan como una redención y otros temen como un desastre definitivo. Mientras, hay que jugar LaLiga, una rutina desilusionante en la que a lo más que aspira ya el Madrid es a asegurar el cuarto puesto, en el que sólo tiene margen de un punto sobre el Villarreal. Con un partido menos el Madrid, ya, pero ese partido se lo ha de disputar al que acaba de eliminarle de la Copa. Los vaivenes del fútbol son gran parte de su atractivo, pero este no lo esperaba nadie.