El mercado de invierno y un baile de octavos sin Coutinho ni Dybala

Reglamento. Estamos a un mes de que el baile vuelva en la Champions League y a algunos les ha dado por bailar antes de tiempo. Puede costarles caro. Ciertos movimientos, como el fichaje de Coutinho por el Barça, pesan más por el vacío que dejan que por el que puedan llenar. El brasileño no podrá jugar esta temporada en la máxima competición europea al haberlo hecho ya con el Liverpool, que sufre con nervios la cuenta atrás para que finalice el mercado de invierno (31 de enero) sin saber dónde invertir tanto dinero fresco.

Besiktas. A los hinchas reds les sorprende el adiós de Coutinho, les sorprende y les cabrea como bien queda claro en esas camisetas quemadas y cuyas imágenes son rebotadas por las redes sociales, pero ese enfado es fácilmente exportable al otro rincón de Europa. El Besiktas se ha quedado sin Cenk Tosun (fichado por el Everton), ese que firmó el mejor gol de la primera fase de grupos, ese que se antojaba como principal amenaza del equipo turco en su eliminatoria con el Bayern Múnich, que no vende nada y encima pesca (Sandro Wagner llega desde el Hoffenheim).

Estreno de Van Dijk. El PSG no mueve ficha (ya las movió todas el pasado verano), al igual que Real Madrid (¿debería moverla?), Oporto, City, United, Roma y Tottenham. En el Basilea, que aguarda la fiesta grande de medirse al City de Guardiola, entran Fabian Frei (Mainz) y Samuele Campo (Lausana) y sale Alexander Fransson (cedido al Lausana); en el Besiktas llega Domagoj Vida (Dinamo Kiev); en el Chelsea se fue Diego Costa y aterriza Ross Barkley (Everton); en el Liverpool refuerza su defensa Virgil van Dijk (Southampton); en el Sevilla, adiós a Walter Montoya (Cruz Azul) y bienvenida a Guilherme Arana (Corinthians); y en el Shakhtar Donetsk fichan a Dodô (Curitiba).

Palo en la Juve. Esa es la puerta giratoria de los 16 equipos a poco más de un mes para el pistoletazo de octavos de final. Será un martes y 13 que ya pinta de gafe para la Juventus, donde Dybala está prácticamente descartado para recibir al Tottenham. El argentino sufre un problema muscular similar al que la pasada temporada ya le tuvo alejado de los terrenos de juego durante mes y medio. Fue sentir el latigazo en el partido con el Cagliari y echarse a llorar. Fue lesionarse y ver cómo su posible fichaje por el United se enfriaba. Lo importante es que vuelva pronto. El baile de la Champions necesita a todos sus fred astaires.