Ganó el Betis, y sanseacabó

Jugaron los duendes y los Reyes Magos le regalaron al Betis nada menos que una victoria y una goleada al Sevilla, de las que se recuerdan además. Más de un año llevaba el Sánchez Pizjuán sin ser profanado y lo hizo precisamente ese rival eterno, al que peor se recibe en Nervión. La estadística formará parte en esta mañana del domingo del rosario de chistes que los aficionados verdiblancos le dediquen a sus compadres a la hora de la tostada, y seguramente mañana lunes en la oficina durante un dulcísimo retorno de Navidades para los béticos y amargo a más no poder, de querer quedarse acostado, para los sevillistas. Cosas de esta ciudad inimitable.

Lo dicho: hoy se hablará poco o nada de las verbenas defensivas que son ambos equipos; del partidazo que volvió a confirmar al canterano Fabián con gol tempranero incluido; del recital estéril de Banega; de que el Betis jugará ante el Leganés sin Mandi, Feddal y quizá Barragán (prácticamente toda su zaga titular) y del desastre táctico en el que convirtió Montella al Sevilla cuando decidió que se marchara Vázquez para meter a Correa, o cuando pretendió jugar con hasta cuatro delanteros y casi sin centro del campo. Hoy sólo existe un titular corto, escueto, poco habitual últimamente y que llena de alegría los corazones en la mitad de la capital de Andalucía. Ganó el Betis, y sanseacabó.