Bezerra, un bigote en el Bernabéu

Personalmente, siempre estuve a favor del fichaje de Paulinho. Perdón, de Bezerra. Vaya por delante que yo soy un tipo con manías innumerables que abarcan incontables ámbitos. Soy tolerante, no las impongo, pero sé que las tengo. Una es la predilección por los futbolistas con bigote. Sólo por eso, Paulinho, perdón, Bezerra, me cayó bien desde el inicio. No es el argumento que validaría Maldini, pero es el mío. Luego está lo del nombre. Jamás entendí eso de poner el nombre de pila en la camiseta. Y menos si uno se apellida Bezerra. Bezerra y bigote es una combinación ganadora a la que se le une el triple combo de ser un jugador que intimida, marca goles y que atrapa más rebotes que cualquier pivot del destartalado equipo que deambula por el Palau.

Hoy, el del bigote, ese del que se rieron en Madrid (y en Barcelona también) debutará en el Bernabéu y les aseguro a los que le vean por primera vez que no van a estar tranquilos. Llega un tipo con bigotes. Se llama Bezerra.