Doncic, su expulsión y el VAR, a debate

Lo tuvimos todo en pantalla, con pleno detalle. Desde la entrada de Doncic, con su bandeja con la mano derecha y barrido con la izquierda, a la revisión posterior de esa jugada por parte de los árbitros. Desde esa antideportiva a la jugada minutos después en la que al esloveno le pitaron falta en ataque. Desde su pique con Vives a la técnica final y descalificación que convirtieron a Doncic en protagonista por lo malo y no por lo bueno. Noticia en Madrid.

Cuando digo que lo tuvimos todo en pantalla es literal. Incluso la cámara personalizada que llevan los árbitros, con los dos brazos estirados señalando la técnica en primer plano que llevó el enfado colectivo al WiZink Center. ¿La mereció? Pues para ser justos, lo único que las imágenes no nos dejaron claro fue la frase que soltó Doncic y su gesto señalándose el escudo. Veremos qué dice el esloveno, aguardemos a las explicaciones de Vives, si es que uno y otro quieren destriparnos lo que verdaderamente ocurrió sobre el parqué.

Doncic dijo adiós con casi siete minutos en juego y una inmaculada serie de triples de dos de dos. Los nervios frustraron lo que podía haber sido otra noche mágica. No nos dejó la canasta de la semana, pero sí nos dejó carne para el debate. ¿Su primera entrada merecía realmente la antideportiva? ¿Es suficiente su gesto señalándose el escudo para que una técnica le obligue a tomar el túnel de vestuarios? Y otra más, ¿el vídeo sirve para definir si una falta es simplemente falta o antideportiva… o también para cambiar la identidad del infractor?

El rearbitraje está en al aire, también en el baloncesto. En apenas una semana el Real Madrid ha sido puesto bajo el microscopio en el Mundial de Clubes de la FIFA, con aquella ajetreada semifinal ante el Al Yazira, y en la Euroliga, con las jugadas de Doncic frente al Valencia. El vídeo, el adelantar y atrasar, le quita belleza al deporte, sea con el balón a ras d césped o botando en el parqué. Ese es el debate. ¿Lo de Doncic? Un simple calentón, su carácter es el que es (bueno) y la mejor demostración es que por eso hablaremos de esta expulsión. Porque es noticia.